En el marco del programa de Capacitación para la Restauración de Fachadas de Belén, segunda etapa, proyecto financiado por el Gobierno Regional de Arica y Parinacota y la SUBDERE (Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo), y subejecutado por la Fundación Altiplano, se ha llevado a cabo recientemente la restauración integral de dos viviendas de alto valor patrimonial en la ciudad de Belén, Chile.
En ambas viviendas, además de la consolidación de los sobrecimientos, la consolidación de los muros donde fuera necesario, la recuperación de la techumbre tradicional andina y la restauración de las carpinterías existentes, se contempla el reforzamiento estructural de los muros de adobe mediante el sistema de Drizas, el cual fue utilizado por primera vez en Chile el año 2014 durante la restauración de la iglesia de San Pedro de Atacama.
El reforzamiento con Drizas surge el año 2013 gracias a la investigación realizada por un equipo de ingenieros de la Universidad Católica del Perú, liderado por el Ingeniero Julio Vargas Neumann. Si bien existen antecedentes prehispánicos donde se ve el uso de cuerdas para reforzar estructuras de tierra, es en el año 1970, tras el trágico terremoto de Huaraz en Perú, donde se da inicio a las investigaciones, por parte de un equipo de profesionales, para reforzar construcciones de adobe y garantizar por sobre todo el salvar las vidas de los habitantes de dichos hogares que son muy comunes no sólo en esa parte del Perú, sino en varias zonas de centroamérica y sudamérica.
El sistema de Drizas consiste en un sistema de cuerdas que envuelven los muros de manera vertical y horizontal, a distancias que dependen del tamaño de los adobes, conformando una malla que asegura que los muros de la vivienda no colapsen en el caso de un sismo de gran envergadura. Cada cuerda, tanto vertical como horizontal, es tensada y amarrada, lo que genera una mejora en la resistencia que puede tener un muro de adobe ante un terremoto. Si bien en Chile existen varias experiencias de reforzamiento de construcciones de adobe, por ejemplo con geomalla o con malla electrosoldada, el uso de drizas supone ciertas ventajas respecto a dichos refuerzos, como lo son el fácil acceso para disponer del material, el aspecto económico y que no solo actúa para evitar colapsos, sino además mejora el comportamiento de la estructura ante un sismo.
Una de las viviendas del pueblo de Belén que está siendo restaurada de forma integral, propiedad de la familia Astigueta, presenta una superficie de 125 m2 y se trata de una vivienda de adobe, con muros de 50 cm. de espesor, con cimientos y sobrecimientos de piedra y techumbre de par y nudillo. Se estima que fue construida hace 300 años y funcionó como la oficina del juez del pueblo.
Gracias a la experiencia ganada por Fundación Altiplano en la restauración de la iglesia de San Pedro de Atacama, y a la asesoría que ofrece el Ingeniero Julio Vargas Neumann, es posible llevar adelante esta gran innovación en el refuerzo estructural de construcciones de adobe.
En Chile, existen construcciones de adobe a lo largo del país, incluso en la patagonia. Las ciudades y pueblos de la zona central fueron construidos principalmente con este sistema constructivo. El norte de Chile, sobre todo los pueblos que se ubican en la precordillera y altiplano también son construidos con esta técnica. Hoy en día muchas familias habitan casas de adobe, lo cual sumado a la condición sísmica que tiene Chile, hacen que el refuerzo con Drizas sea una alternativa innovadora y factible no sólo para proteger la vida de sus habitantes sino también para preservar el patrimonio de diferentes culturas constructivas presentes en el país, así como también cultivar los oficios tradicionales que muchas veces se dice que están olvidados.
Texto por Camilo Giribas, Arquitecto Fundación Altiplano.